El SMI aprobado por el Gobierno supera el 60% del salario medio en hostelería, construcción o comercio
El Gobierno aprobó este martes una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.080 euros. Las principales afectadas de esta subida son las pymes de la hostelería, el comercio o la construcción, donde este nivel supone más del 60% del salario medio de estos sectores. Desde Cepyme alertan de que la subida del salario mínimo a 1.000 euros ya ha provocado la desaparición de 256.200 puestos de trabajo.
Cuando se desglosan los datos en las 18 secciones de actividad no agropecuarias, también se observa que en seis de las mismas, el salario mínimo de 1.080 euros supera el 60% de la remuneración promedio. Las secciones de actividad más afectadas son hostelería, comercio, actividades administrativas, otros servicios, y arte y ocio. Se trata de sectores con una gran predominancia de las pymes y autónomos con asalariados que, en conjunto, emplean a cerca de 6,3 millones personas -casi un 40% del empleo privado no agropecuario-. En particular, la hostelería sería el sector que sufrirá el mayor impacto, ya que un SMI de 1.080 euros iguala, prácticamente, el salario medio del sector.
Las pequeñas empresas, al ser menos productivas, tienen un salario medio inferior al promedio nacional. Mientras el salario medio de los últimos cuatro trimestres es de 1.535 euros en las empresas pequeñas, en las medianas -50 a 199 trabajadores- alcanza los 1.903 euros y en las grandes puede llegar a 2.108. Esos datos hacen evidente que cualquier aumento del SMI tiene un impacto mucho mayor en las empresas más pequeñas.
De hecho, el salario medio ha subido un 10,4% desde 2018 en las empresas pequeñas, casi el doble de lo que lo ha hecho en las grandes (+5,7%). Como es evidente, en un plazo tan breve no es posible para las pymes incrementar la productividad en medida suficiente como para compensar ese aumento de los costes laborales.
Impacto en el empleo
Entre el cuarto trimestre de 2013 y el mismo de 2018, el número de ocupados en tareas elementales aumentó 13,4% y el de aquellos con ocupaciones no elementales lo hizo 14,3%. Es decir, que ambos tipos de ocupaciones crecieron al mismo ritmo. Eso ocurría mientras el salario mínimo también aumentaba a un ritmo similar, de un 14% (desde 645,3 a 735,9 euros).
Esa dinámica se rompió desde que se decidió aumentar de manera exagerada el salario mínimo. Entre el cuarto trimestre de 2018 y el mismo periodo de 2022, el número de ocupados en empleos elementales bajó 4,2% al mismo tiempo que los empleados en el resto de ocupaciones creció 5,9%. En ese mismo período, el salario mínimo aumentó 35,9% -desde 735,9 a 1.000 euros-. El nuevo incremento del SMI hasta 1.080 euros profundizará estas tendencias.
Las fuertes subidas del SMI aprobadas por el Gobierno desde 2018 han provocado la desaparición de 256.200 puestos de trabajo. El aumento del salario mínimo desde 2018 ha hecho que 105.800 trabajadores hayan perdido su empleo y ha evitado que otras 150.400 personas encontraran uno. El aumento exagerado del salario mínimo estimula el reemplazo de trabajadores elementales por maquinaria y robots, induciendo a un incremento permanente del paro de larga duración.